El bótox -toxina botulínica- y el ácido hialurónico son el nuevo milagro del cabello. Un tratamiento en el que no existen inyecciones ni química, solo una serie de ingredientes de origen natural que regenera el cabello y borra los efectos del paso del tiempo.
Las bondades de la famosa toxina botulínica y del ácido hialurónico ponen una barrera al paso del tiempo-. Hoy también se aprovecha para cuidar el cabello, pero este tratamiento capilar nada tiene que ver con inyecciones.
Es por lo tanto un método menos invasivo y que pudiera ser el correcto para regresarle brillo y firmeza a tu cabello.
Se trata de una cura intensiva a base de un cóctel realizado con ingredientes de origen natural como vitaminas, aminoácidos, proteínas, colágeno, ingredientes que tienen efecto relleno y recubren las fibras capilares dañadas.
Cuando el cabello es rizado, lo ideal es dejarlo con la onda marcada. Si se tiene un pelo liso y fino, este tratamiento aporta volumen.
Hay que tener paciencia, tres horas es el tiempo necesario para sellar la fibra capilar, regenerar la cutícula, hidratar en profundidad, suavizar y lo que es también muy importante acabar con el encrespado.
Este tratamiento, que es apto para todos los cabellos y la duración de los resultados regeneradores dura unos tres/cuatro meses, no contiene ni químicos ni formol como la queratina, otra de las ventajas de este milagro para el cabello que además facilita el peinado y consigue más movimiento.
Y para terminar hay que dejar clara una diferencia. No es la misma utilizar keratina y utilizar esta mezcla de bótox.
La diferencia está en primer lugar en los compuestos de ambos tratamientos, la duración y el costo. Además, cada uno apunta a un resultado distinto: mientras que la keratina combate el frizz y el encrespamiento; este tratamiento, en cambio, ofrece una hidratación y nutrición profunda.