Es muy común que recurramos a las cirugías estéticas esperando un resultado que nos satisfaga. Y es por es por eso que puede darnos miedo un resultado diferente, inesperado, que cambie todo. Por eso han desarrollado la rinoplastia con hilos.
Y es que esa sensación de irreversibilidad es la que puede asustarnos más. El quedar deformes o extrañas como algunas actrices de televisión. Entonces, estos nuevos métodos pueden darnos más certidumbres.
Antes de todo hay que dejar claro que la rinoplastia no es recomendable para cualquier problema que pueda tener la nariz. En especifico funciona para cuando la punta está caída.
Requiere entre 3 y 5 días de recuperación, dentro de los cuales el paciente logrará observar los resultados finales; el proceso de inflamación es menor al de una rinoplastia convencional.
Consiste en practicar una pequeña incisión en la punta de la nariz y aplicar un hilo para elevarla. No es necesaria la anestesia general, solamente la local. Por lo cual no es una cirugía muy invasiva.
Los efectos de los hilos tienen una durabilidad variable, dependiendo de las estructuras faciales y de la zona de colocación. Pero se podría decir que duran un aproximado de 12 a 18 meses.
La principal ventaja de esta técnica es que la inflamación que se produce es mucho menor a la de la rinoplastia tradicional. Por ende, el resultado se admira antes.
Y en cuanto a la reversión, esta se puede hacer hasta treinta días después del primer procedimiento. Así que ahí podemos arrojar al miedo. Aunque lo mejor siempre es, primero, consultar con un especialista que nos guie y ayude en el proceso.